Los cerramientos desmontables son aquellos que pueden ser abiertos y cerrados modularmente en algunos de los elementos que lo forman. Elementos que pueden ser parciales, como las lamas de una pérgola, las láminas de un techo o los paneles de un cerramiento. Los ejemplos más destacados de este tipo de cerramientos son los techos móviles y las cortinas de cristal como las que instalamos en Premiumglass.
Ventajas de instalar cerramientos desmontables en tu hogar o negocio
Los cerramientos para terraza de tipo desmontable pueden regularse y adaptarse a las circunstancias en cada ocasión, ya que pueden plegarse con movimientos horizontales. La principal ventaja de este tipo de instalaciones es su gran versatilidad, permitiendo aprovechar el espacio todo el año, independientemente de que haga frío, calor, llueva o nieve. Es cierto que el aislamiento del exterior no es total, pero si podemos disfrutar de una temperatura de al menos 10 oC superior a la de fuera.
Pero además los cerramientos para patios no perjudican la luminosidad de la vivienda ni las vistas, sobre todo cuando se trata de cortinas de cristal transparentes. Al no existir ningún obstáculo visual, la luz entra de la misma manera que cuando no están instaladas.
Y, en el caso de bares y restaurantes, proporciona una gran funcionalidad por un precio muy económico. Gracias a ello, es posible crear nuevos espacios con mayor grado de privacidad y proteger a los clientes del viento y la lluvia.
Tipos de cerramientos desmontables y sus características clave
En la actualidad, existen distintos tipos de cerramientos desmontables disponibles en el mercado, entre los que podemos destacar los siguientes:
Cortinas de cristal abatibles y en corredera
Son cerramientos desmontables de pared. Son los que se ajustan mejor a la definición de desmontable, ya que podemos abrirlos y cerrarlos casi por completo.
En las cortinas de cristal abatibles, cada lámina puede plegarse en un ángulo de 90o para adentro y deslizar por los carriles de arriba y de abajo hasta el otro lado del cerramiento. De esta manera, el cerramiento puede desmontarse y dejar la sala totalmente abierta.
En las cortinas de cristal correderas, cada lámina dispone de su propio carril, por lo que pueden deslizarse hasta el otro lado donde ocupan muy poco espacio. Tienen una apertura menor que la de las cortinas abatibles, pero destacan por ser más estables.
Pérgolas bioclimáticas
Las pérgolas bioclimáticas se caracterizan por contar con lamas automáticas que giran sobre sí mismas, pudiendo ser usadas como una pérgola habitual o con una cubierta totalmente cerrada. Además, en algunos casos incorporan un sistema que desliza las lamas hacia el otro lado, dejando el techo totalmente abierto.
Techos móviles manuales y automáticos
Los techos móviles pueden desmontarse en varios paneles, de manera que se deslizan hacia el otro lado, dejando una apertura en el techo de entre el 50% y el 80%. Pueden ser manuales, en cuyo caso se deslizan con una pértiga, o automáticos, siendo deslizados por control remoto.
Cómo elegir el cerramiento desmontable ideal para tus necesidades
A la hora de escoger un cerramiento desmontable, lo primero que deberías tener en cuenta es el tipo de material. Las mejores opciones son el PVC y el aluminio. Lo importante es que sean de buena calidad para que dure mucho tiempo y no tengas que cambiarlo más adelante.
Los cerramientos de aluminio suelen ser una de las opciones más baratas, ligeras y resistentes, por lo que son una de las opciones preferidas. No obstante, los de PVC cuentan con mejor aislante térmico por lo que impiden que el frío entre en invierno y el calor en verano, lo que conlleva un importante ahorro en la factura de la calefacción y del aire acondicionado. Además, suelen contar con un buen aislamiento acústico. Lo que no quiere decir que un perfil de aluminio no aísle lo suficiente. De hecho, los cerramientos de aluminio con rotura de puente térmico aseguran el máximo aislamiento.
¿Cuánto cuesta instalar cerramientos desmontables?
El precio de un cerramiento desmontable puede variar mucho en función de las características del mismo, siendo el precio medio de unos 400 euros por metro cuadrado. El precio mínimo por instalar cortinas desmontables con acabados estándar es de unos 140 euros por metro cuadrado, mientras que el precio máximo combinando cortinas o ventanales en corredera con techo deslizante en cristal y acabados personalizados no suele ser superior a los 650 euros por metro cuadrado. No obstante, hay que tener en cuenta que el presupuesto puede variar en función del fabricante, el distribuidor y el instalador.
Razones para elegir cerramientos desmontables en lugar de fijos
Una de las principales ventajas de los cerramientos para terraza es que permiten proteger el espacio de las adversidades climáticas, como la lluvia, el viento o el calor, de manera que puedas disfrutar de tus exteriores en cualquier época del año. A diferencia de los cerramientos fijos, los cerramientos desmontables permiten que el espacio pueda quedar totalmente abierto en verano y cerrarlo en invierno cuando hace frío, ganando metros a nuestra vivienda.
Así pues, la razón principal para apostar por cerramientos desmontables en lugar de fijos es la posibilidad de disfrutar de nuestra vivienda como queramos en cualquier época del año.
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